La Ciencia como obra humana

domingo, 8 de agosto de 2010

ENSEÑAR Y APRENDER CIENCIA



BIENVENIDOS A LOS CURSOS:
1. DESARROLLO FÍSICO Y SALUD
2. ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS NATURALES
3. CIENCIAS NATURALES 

sábado, 3 de julio de 2010

PRESENTACIÓN

Es evidente que el estudiante no construye el conocimiento solo, sino gracias a la mediación de los otros y en un momento y contexto cultural particular. En el ámbito de la institución educativa, esos “otros” son, de manera sobresaliente, el docente y los compañeros del aula.

Desde diferentes perspectivas pedagógicas, al docente se le han asignado diferentes roles: el de transmisor de conocimientos, el de animador, el de supervisor y guía del proceso de aprendizaje, e incluso en un investigador educativo. La función del maestro no puede reducirse ni a la de simple transmisor de la información ni a la de facilitador del aprendizaje, en el sentido de concretarse a arreglar un ambiente educativo enriquecido, esperando que los alumnos por si solos manifiesten una actividad autoestructurante o constructiva. Antes bien, el docente se constituye en un organizador y mediador en el encuentro con el conocimiento. Dicha mediación puede caracterizarse de la siguiente forma:

“El profesor es mediador entre el alumno y la cultura a través de su propio nivel cultural, por la significación que asigna al currículo en general y al conocimiento que transmite en particular, y por las actitudes que tiene hacia el conocimiento o hacia una parcela especializada del mismo. La tamización del currículum por los profesores no es un mero problema de interpretaciones pedagógicas diversas, sino también de sesgos en esos significados que, desde un punto de vista social, no son equivalentes ni neutros. Entender cómo los profesores median en el conocimiento que los alumnos aprenden en las instituciones, es un factor necesario para que se comprenda mejor por qué los estudiantes difieren en lo que aprenden, las actitudes hacia lo aprendido y hasta la misma distribución social de lo que se aprende” (Gimeno Sacristán, 1998; Rodrigo, Rodríguez y Marrero, 1993:243)

La concepción constructivista del aprendizaje escolar se sustenta en la idea de que la finalidad de la educación que se imparte en las instituciones educativas es promover los procesos de crecimiento personal del alumno en el marco de la cultura del grupo al que pertenece. Estos aprendizajes no se producirán de manera satisfactoria a no ser que se suministre una ayuda específica a través de la participación del alumno en actividades intencionales, planificadas y sistemáticas, que logren propiciar en éste una actividad mental constructiva.

El conocimiento no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano basándose en los esquemas que ya posee es decir, con lo que ya construyó en su relación con el medio que le rodea; por lo que al construir significados nuevos implica un cambio nuevo en los esquemas de conocimientos que poseen previamente lo cuales son generalizaciones que los individuos hacen a partir de objetos, hechos y conceptos ( y de las interrelaciones que se dan entre éstos) que se organizan jerárquicamente (procesamos la información que es menos inclusiva de manera que lleguen a ser integradas por las más inclusivas ); esto se logra introduciendo nuevos elementos o estableciendo nuevas relaciones entre dichos elementos. Así, el alumno podrá ampliar o ajustar dichos esquemas o reestructurarlos a profundidad como resultado de su participación en un proceso instruccional. En todo caso, la idea de construcción de significados nos refiere a la teoría del aprendizaje significativo que es el que conduce a la creación de estructuras de conocimiento mediante la relación sustantiva entre la nueva información y las ideas previas de los estudiantes.

El programa de Ciencias naturales está orientado hacia una educación centrada en el aprendizaje dentro de un marco constructivista, cuyos principios establecen que, para que se dé el aprendizaje, éste deberá ser significativo; concretamente, es un proceso subjetivo y personal que deberá estar contextualizado y darse de una manera cooperativa. Tiene un componente afectivo, es decir que hay factores que influyen como el autoconocimiento, metas y motivación; deberá partir de los conocimientos previos del aprendiz y de su nivel de desarrollo, tomando en cuenta las etapas cognitiva, emocional y social.

La ciencia es el producto de una construcción, al igual que lo que ocurre con el aprendizaje. Requiere de revisiones permanentes para avanzar y son los conflictos, los problemas que se intenta resolver los que permiten el avance.
Parece claro que todo maestro debería pretender de sus alumnos un cambio en sus representaciones de la realidad, a los efectos que estas se tornen más elaboradas y académicas. No es casual el que la mayoría de las investigaciones sobre cambio conceptual sean sobre temáticas científicas, y que por tanto tengan una influencia importante sobre la enseñanza de la ciencia. Los nuevos aportes nos ayudan a comprender la elaboración del conocimiento científico en el alumno y promover en él un cambio conceptual.

Es necesario que se de un inicio en el cambio de perspectiva de la enseñanza de los docentes del nivel superior y que no solo se quede en un inicio sino que se siga avanzando en el conocimiento de las estrategias del proceso de enseñanza aprendizaje, que poco a poco logremos que los estudiantes cambien su manera de pensar y que vean que las ciencias se pueden aprender de manera diferente; para lo anterior, es necesario que los docentes nos veamos comprometidos con la profesión nueva adquirida al momento de impartir clases y llamarnos “maestros” a través de un aprendizaje continuo y manteniéndolo con un proceso de mejora continua.
Para finalizar les doy un agradecimiento especial a todos mis queridos alumnos normalistas que a lo largo de todos estos años han logrado que cada día que pasa me sienta con un compromiso mayor porque adquieran aprendizajes significativos y apliquen sus conocimientos a favor de la vida.